La actividad enoturística es una importante fuente de ingresos para las bodegas de las Islas Canarias. Así lo refleja el primer informe de la Cátedra de Agroturismo y Enoturismo de Canarias del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria y de la Universidad de La Laguna solicitado por los agentes participantes en las Mesas Técnicas de Enoturismo del archipiélago.
El director de la Cátedra Jesús Enrique de las Heras Roger ha explicado que el informe es esencial para entender la evolución y el estado actual del enoturismo en Canarias. Al centrarse en la oferta de servicios de las bodegas durante un año tan complejo como el 2022. Proporciona una perspectiva valiosa sobre cómo la actividad se ha desarrollado durante la época de post pandemia, resaltando tanto los logros como los retos pendientes.
Con cada monitorización, nos comprometemos a ofrecer un análisis detallado y actualizado que sirva de recurso tanto para los profesionales del sector como para los entusiastas del vino, ha afirmado de las Heras.
El 64% de las bodegas canarias que desarrollan actividades enoturísticas son desenvueltas por la propiedad, en espacios que cuentan como atractivo su propio viñedo. Siendo un 16% las que remarcan las fortalezas que presenta el archipiélago con respecto a otras regiones vitivinícolas, considerado un elemento importante para complementar el turismo.
Sin embargo en la monitorización del enoturismo en el año 2022, se destaca la falta de personal especializado, a pesar de la variabilidad del perfil empleado en el desarrollo de la actividad que va desde el guía enoturístico, diseñador de espacios y paisaje, coordinador de eventos o sumiller. Teniendo en cuenta que las bodegas deben de implementar a su vez, mejoras en los beneficios económicos que repercutan en el empleado, la flexibilidad horaria, junto a programas de formación y capacitación con el fin de asentar la empleabilidad en la actividad.
Los precios medios de las experiencias enoturísticas en las bodegas Canarias, rondan entre los 18 y los 34 euros de media. Las experiencias que presentan una media de precios más alta son las que se relacionan con servicio de comida. En el archipiélago una cata de vinos premium tiene un valor medio de 26 euros por persona.